¿Cómo reducir el consumo del aire acondicionado en verano?

Con la llegada del verano y la época de mayor calor del año, ¿a quién no le apetece quedarse en casa con el aire acondicionado? Sin embargo, con la subida de los precios de la luz existe una preocupación extra: ¿cuáles son los electrodomésticos que más consumen en el hogar?

Sin duda, uno de ellos es el aire acondicionado. Pero no tienes de qué preocuparte, porque en este artículo te damos una guía del consumo del aire acondicionado. Encontrarás consejos para reducir el consumo y así gastar menos y ser, a su vez, más sostenible.

¿Cuánto consume un aire acondicionado?

El aire acondicionado puede tener un consumo alto si no se tiene en cuenta su mantenimiento y la temperatura adecuada. El gasto medio aproximado que se calcula por el consumo eléctrico del aire acondicionado es de 44,45€ al mes por hogar durante los meses que comprenden de junio a septiembre. Cabe tener en cuenta que encender y apagar continuamente este dispositivo también contribuye a generar un mayor consumo. Si has llegado a la temperatura que tenías programado en el dispositivo, es mejor dejarlo así, ya que sí no, gastará mucho más el aire acondicionado. Esto se debe a que gracias al termostato que poseen, a partir de determinada temperatura el consumo se reduce y solo se activa de nuevo cuando vuelve a hacer más calor.

El aire acondicionado, si se va cambiando la temperatura de forma continua, llegará un punto en el que necesitará más frigorías. Esta es la unidad de medida que se utiliza para estos electrodomésticos, y ello generará un mayor consumo. Lo cual generará un mayor gasto de luz.

Ahora bien, ¿qué se debe hacer para reducir el consumo de aire acondicionado?

Consejos para reducir el consumo del aire acondicionado

El primer consejo es fundamental: regular la temperatura adecuada. Al hacerlo se evita que el aire acondicionado gaste más frigorías y genere un consumo mayor. La temperatura ideal es tener el aire programado a una temperatura entre 24 y 26 ºC. Se aconseja no superar los 12 grados de diferencia con el exterior. Se pretende evitar así cambios drásticos de temperatura que, a su vez, influyan en tu salud. Para tener una idea general, cabe señalar que el aire acondicionado consume cerca de un 8% adicional por cada grado de temperatura que desciende.

Un segundo consejo es prestar atención al mantenimiento del aire acondicionado. Si se tienen los filtros del aire sucios, por ejemplo, esto estaría obligando al dispositivo a consumir más energía para refrigerar la casa. Si quieres tener un gasto menor a la hora de pagar las facturas de la luz, es importante no desatender el mantenimiento para así no generar un mayor consumo.

Y aunque parece de sentido común, ¡no olvides apagar el aire cada vez que salgas de casa! Lo adecuado es hacerlo aproximadamente media hora antes para que así la vivienda se mantenga fresca y evitar un consumo innecesario antes de salir de casa.

Asimismo, instalarlo en la zona adecuada también es un punto a favor para reducir ese consumo. Es preferible instalar el aire acondicionado en una zona con sombra y que disponga de una buena circulación del aire, así como estar lejos de otros dispositivos que desprendan calor. Aunque, por supuesto, el mejor truco es hacer un uso eficiente del aire. En lugar de encenderlo todo el día, aprovecha las horas más frescas (como las mañanas o las noches) para ventilar la casa y dejar que entre la brisa a través de las ventanas. Claro que, cuando empiece a hacer calor, es conveniente cerrarlas para mantener la casa fresca durante el mayor tiempo posible.

Por supuesto, algunos trucos más para reducir el consumo del aire acondicionado y gastar menos en tu factura de la luz son vestir con colores claros y tejidos frescos (¡evita el negro a toda costa!). Además, puedes tomar comidas refrescantes y beber mucha agua y optar por un ventilador cuando el aire acondicionado no sea necesario. Con los ventiladores se consigue una sensación de descenso de la temperatura de entre 3 y 5 ºC. Sobre todo con los ventiladores de techo, que reparten mejor el aire y tienen un consumo de electricidad precisamente mucho más bajo.

No olvides que, además, para tener un aire acondicionado debes tener un certificado energético: documento que informa sobre la eficiencia energética de un inmueble.

Con estos consejos ahora ya sabes que el aire acondicionado no tiene por qué ser un gasto extremadamente alto. Si entiendes su funcionamiento y prestas atención a la temperatura y su mantenimiento, podrás ser más sostenible en tu vida diaria. Reducirás el consumo y, por supuesto, ¡gastarás menos!