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Gastos hormiga: ¿qué son y cómo reducirlos en el hogar?

Tomarse un café a media tarde mientras se espera para entrar a una exposición o sacar dinero en un cajero automático de una entidad bancaria que te cobra comisión son gastos habituales para la mayoría de las personas. ¿Sabías que estos gastos tienen un nombre? Son los denominados gastos hormiga.

¿Cómo identificar los gastos hormiga?

Son pequeñas cantidades de dinero que se emplean de manera reiterada en pequeños caprichos. No se les da importancia porque se consideran sumas irrelevantes, pero pueden tener una gran repercusión en la economía familiar debido a que:

- No son gastos aislados, se trata de pequeños gastos periódicos.

- Al ser de pequeña cuantía no se suelen contabilizar, pero pueden suponer en conjunto una suma considerable al final de mes.

- Están relacionados con pequeños placeres que son fácilmente evitables.

Gastos hormiga más comunes

Muchas de las cosas que se hacen a lo largo del día constituyen gastos hormiga de los que no se es enteramente consciente. Algunos ejemplos de los gastos hormiga que no te habías percatado pueden ser:

● Los cafés de media mañana.

● Los snacks en la oficina.

● Ir a la tienda sin bolsas.

● Comprar botellas de agua todos los días.

● Trayectos innecesarios en coche.

● Pequeños vicios como chicles o tabaco.

● Poner la lavadora para dos camisetas.

● Suscripción a plataformas audiovisuales que apenas se utilizan.

● Otras suscripciones premium de las que a menudo no somos conscientes.

El impacto de los gastos hormiga

Los gastos hormiga, precisamente por su constancia y falta de control, tienen un impacto negativo en el presupuesto y en la capacidad de ahorro de las familias. Todos estos gastos evitables suponen una pérdida, que invertida de manera productiva puede sanear gran parte de los gastos importantes o dedicarse al ahorro. Un ejemplo: el café que se toma todos los días fuera de casa y que cuesta 1,50 euros, supone un gasto mensual de 45 euros y anual de algo más de 547 euros. Si a esto se le suma el sandwich que se compra en la máquina de la oficina y que cuesta 2,75 euros al día, la cifra total anual, solo en estos dos gastos hormiga, es considerable.

¿Cómo reducir los gastos hormiga?

Una serie de pequeños hábitos pueden ayudar a reducir considerablemente los gastos hormiga de cualquier persona y contribuir a sanear la economía de cualquier familia.

Revisar los pequeños gastos periódicos

Tener un conocimiento pleno y sólido del presupuesto familiar es el primer paso para cortar los gastos hormiga y empezar a ahorrar. Identifica entre tus gastos diarios o semanales cuáles son prescindibles e innecesarios y, por lo tanto, pueden omitirse o reducirse considerablemente. Algunos gastos hormiga son muy sencillos de identificar, como esa botella de agua que compras todos los días en la tienda de debajo de tu oficina. Otros necesitan de un análisis más concienzudo como las suscripciones de productos que realmente no utilizas o hábitos en el excesivo uso de electrodomésticos que constituyen un dispendio evitable.

Planificar los gastos totales de la familia

Haz un presupuesto con ingresos y gastos.

- Presupuestar los gastos realmente importantes de la familia: alquiler o hipoteca, alimentación, vestimenta o colegio y gastos de los niños.

- Dejar una pequeña cantidad para gastos superfluos, como el 2% de los ingresos. Los caprichos esporádicos son también necesarios, pero sin traspasar ese presupuesto fijado y siendo consciente de en qué se gasta.

- Dedicar el remanente al ahorro, reservando una parte para los imprevistos.

Ideas para reducir los gastos hormiga

No comprar impulsivamente

Llevar una lista a la hora de hacer la compra para evitar las compras impulsivas y los caprichos no necesarios.

Buscar alternativas a los productos desechables

Comprar botellas de agua para consumir en el gimnasio o bolsas cada vez que se va a la compra son ejemplos fácilmente evitables de gastos hormiga y que supondría reducir notablemente el consumo de plásticos. Usa una botella rellenable y bolsas de tela reutilizables para tus compras. No solo se ahorra, también se ayuda al planeta.

Cambia de proveedores

Cambiar de proveedores aquellos servicios de pago, como el teléfono o la televisión por cable, que resulten más costosos y eliminar los que realmente no se utilizan.

Deja el coche en el garaje

Utilizar medios de transporte público o ir andando a todos aquellos lugares a los que se pueda.

Come menos fuera de casa

No comer fuera de casa cuando es evitable, como el almuerzo de la oficina que se puede llevar desde casa, ayudará a eliminar muchos gastos superfluos.

Disminuye tus pequeños vicios

Una cerveza con los amigos es un momento de compartir y disfrutar en una terraza. Todos los días, antes de cenar, acompañada por 3 raciones y dos tapas, es un gasto evitable.

Usa los aparatos eléctricos con responsabilidad

Evitar utilizar los electrodomésticos y aparatos de manera impulsiva. Esperar a tener la lavadora llena o pasar la escoba en lugar de la aspiradora.

Ponte metas de ahorro

Ponerse una meta de ahorro que motive y que se pueda ir renovando periódicamente. Si esos ahorros van enfocados a comprarse una casa nueva, es la manera perfecta de ponerse manos a la obra con ilusión.